Crítica de ‘El brillo de las luciérnagas’ en ‘La librería de Javier’

“Esta novela es bella, enternecedora, inmensa y mágica”.


[Texto de Franciso Javier Rodríguez extraído de su web www.lalibreriadejavier.com]

Leer a Paul Pen es recibir una descarga de buena literatura que sabes que te va a tener atrapado durante horas en el asiento. Podría decir días, pero no. Mi experiencia ha sido la de estar atrapado con su nueva obra escasamente dos días, lo mismo que mi pareja. Una cliente de mi librería me apareció al día siguiente diciéndome que no pudo dejarlo hasta que lo acabó. Fue a las cuatro de la madrugada. Poco más se puede añadir de esta obra, “El brillo de las luciérnagas”, para aconsejar sin ningún tipo de dudas su lectura. A pesar de ello, y sin tratar de descubrir nada de su “mecanismo interno”, trataré de desglosar qué es lo que tiene para captar de esa manera al lector.

“El aviso” fue el debut literario de Paul Pen, un joven escritor –sí, bastante joven- que, a pesar de lo que pudiera parecer, es madrileño de pura cepa y vive en la capital de España. Cuando me puse a leer esta primera novela me quedé atrapado en el sillón de la librería y, al igual que con la última, la devoré en escasos dos días. Su trabajada estructura, en dos tiempos narrativos, y con dos personajes a través de los cuales nos asomamos a las inquietudes y pesares de un niño de diez años, es de lo mejor que había leído hasta entonces. Una soberbia trama con los ingredientes de la mejor novela se suspense psicológico (sin sangre, ni vísceras, ni violencia) y que llevó a su autor a conocer en una de mis tertulias a los muchos lectores que, al igual que yo, quedaron atrapados con su obra.

Ahora, dos años después, nos ofrece “El brillo de las luciérnagas”. Lo tenía difícil, realmente demasiado difícil, después de la grandiosidad de su ópera prima. Y me enfrenté a esta nueva obra con escepticismo, seamos sinceros. A las pocas páginas estaba absolutamente enganchado y, como alguien muy cercano me comentó al acabarla, “totalmente en las manos del escritor”. La nueva obra de Paul Pen es un nuevo paso de tuerca en el universo de la psicología de los niños y un homenaje muy sentido a aquello que nos hace crecer. Y, ¡cómo no!, un tributo a esa obra que tanto parece amar el autor y que es “El mago de Oz”.

Leer a Paul Pen es recibir una descarga de buena literatura

El protagonista de “El brillo de las luciérnagas” es un chico de unos diez años que vive en un sótano junto a sus padres, abuela y hermano mayor, los cuales tienen la cara deformada por el fuego. Asimismo también está una hermana, de unos cuantos años más que él, la cual lleva siempre una máscara cubriendo su rostro. Nunca ha conocido el exterior. El único sol que le llega es un tímido rayo que se cuela entre las maderas del techo de este enterrado hábitat y al cual persigue mientras se mueve por el suelo. Pero allí están todos los que él quiere. Y no se plantea salir al exterior ya que no sabe nada de lo que le puede esperar. Aunque, ¿y si girara el pomo de esa puerta que le conduce a lo desconocido?

Tratar de destacar algo de la más que excelente segunda novela de Paul Pen es estropear la experiencia a los lectores de descubrir, con la simple lectura de ella, los momentos más mágicos que he leído en texto alguno. Y no sólo respecto a los hallazgos que salen de la ingeniosa trama, sino debido al perfecto engranaje literario en el que se desarrolla. Una obra con ciertos saltos en el tiempo que nos permiten descubrir, gracias al hábil uso de dos narradores, los porqués de muchos de los enigmas. Paul Pen maneja además un estilo narrativo muy visual y plagado de pequeños objetos que nos sirven de llaves de enigmas y recuerdos. La sempiterna crema de zanahorias, el pollito que cría el protagonista, el séptimo plato de la mesa, los silbidos que salen de la nariz de la madre, la máscara de la hermana o los polvos de talco de la abuela son sólo unos pocos ejemplos de ello. Aunque el más significativo es el del tarro de luciérnagas que le sirve de compañía a lo largo de toda la obra. Paul Pen crea un vasto universo dentro de una pequeño sótano en el cual el conflicto de los residentes no es menos importante que el de nuestro mundo al completo. Todos tienen un pasado, todos han conocido el “mundo exterior”… menos nuestro protagonista.

Él es feliz allí abajo, porque nunca podrá añorar algo que nunca ha tenido; ni siquiera imaginado. El mundo de este chico se encierra en los libros; libros de entomología, sobre la Tierra… y muchas novelas, sobre todo de ficción. Y entre ellas “El mago de Oz”, que siempre tiene en mente y que será la llave de su liberación. “El brillo de las luciérnagas” es un homenaje a la infancia, un canto a la libertad del que nada tiene ni conoce y a la eterna búsqueda de lo desconocido. Pero esta obra es, sobre todas las cosas, un tributo a la literatura, a esos autores que, con su imaginación, nos han procurado vivir otras vidas y otros mundos los cuales, muchas de las veces, ni siquiera existen o pudieran haber existido. Paul Pen acaba de entrar en el mundo único de los privilegiados, ese mundo de los que saben crear luz e ilusión con el mero hecho de escribir unas cuantas palabras en papel. Esta novela es bella, enternecedora, inmensa y mágica.

Paul Pen acaba de entrar en el mundo único de los privilegiados, ese mundo de los que saben crear luz e ilusión con el mero hecho de escribir unas cuantas palabras en papel.

Paul Pen (Madrid, 1979) es escritor, periodista y guionista. Escribe ficción desde que leyó Las Brujas, de Roald Dahl, el autor que más le ha marcado junto con Stephen King. Su primera novela, El aviso, le valió el título de Nuevo Talento Fnac en 2011, además de ser traducida a varios idiomas y encontrarse en proceso de adaptación al cine de la mano de Morena Films. A sus relatos premiados Una escena matrimonial del todo insólita y Kokomo se unen ahora Otel y La sangre del muerto, publicados recientemente por RHM Flash. El brillo de las luciérnagas es su escalofriante segunda novela, de la cual se prepara ya una versión cinematográfica, y que confirma a Paul Pen como el más prometedor autor de thriller psicológico del panorama español.

“El brillo de las luciérnagas” es una de las más impresionantes y bellas novelas de los últimos años. Decir que de lectura obligatoria es quedarse corto.

P. D. “El brillo de las luciérnagas” y “El aviso” son dos inmensas novelas que nos procuran distracción y calidad literaria. Pero, de igual manera, nos procuran un disfrute adicional: el de buscar homenajes y alusiones a libros y películas que han sido caldo de cultivo de la imaginación de su autor, Paul Pen, y de los que están plagadas ambas obras. Un divertimento para el cual recomiendo papel y lápiz.