Entrevista a Paul Pen en Megustaescribir

El escritor, periodista y novelista Paul Pen ha tenido la amabilidad de responder a unas preguntas de Megustaescribir sobre el mundo de la letra impresa. Además de sus dos novelas, El aviso (RBA, 2011) y El brillo de las luciérnagas (Plaza & Janés, recién publicada), en su blog comparte sus experiencias y aconseja a escritores noveles. También podéis seguirle en Twitter.

¿Cómo entraste en el mundo de la escritura? ¿Hubo un momento concreto en el que decidieras empezar a crear ficción?

La idea siempre la había tenido, y desde pequeño escribí algunos cuentos y relatos. Casualmente, una revisión, muy revisada, del primer relato que escribí —a boli, en un cuaderno y con caligrafía infantil—, va a publicarse ahora en RHM Flash, el sello digital de Random House Mondadori. Se llama La sangre del muerto. El empuje definitivo para ponerme a escribir en serio, una novela, me lo dio la urgencia de querer conseguirlo antes de los treinta. Por alguna razón pensaba que si no lo hacía entonces, ya nunca lo haría. Así que durante los fines de semana de todo un año, mientras trabajaba de redactor en una revista, me dediqué casi en exclusiva a escribir El aviso, la que fue mi primera novela.

En tu blog compartes tus experiencias como escritor y sugieres herramientas, servicios y métodos para escritores noveles. ¿Nos cuentas, a grandes rasgos, cómo es tu proceso de escritura?

Soy de los escritores que planifican mucho antes de ponerse a escribir. Para comenzar una novela, necesito tener una idea, definir una estructura, y establecer los puntos de giro más importantes, incluyendo por supuesto el desenlace. Saber hacia donde voy cada vez que me siento a escribir me da mucha seguridad. Una vez que lo tengo todo más o menos claro, intento ser disciplinado y escribir incluso los días en que me no apetece nada hacerlo. He aprendido que escribir lo que sea siempre es mejor que no escribir.

La perseverancia es crucial, claro, pero suele quedar la duda abierta de en qué consiste ese «lo que sea» para cada uno. En los días de menos ganas, ¿te obligas a seguir con la escena en la que estabas o encuentras más productivo saltar a otros puntos de la novela? ¿Hay tipos de escena que te resulten más fáciles de escribir?

Soy incapaz de saltarme escenas o escribir en un orden diferente al que llegará al lector. InclusoEl aviso, que cambiaba de año a cada capítulo para contar de forma intercalada dos historias diferentes, lo escribí por orden de lectura, yendo hacia delante y hacia atrás en el tiempo. Como en Futurama. Si me atasco, me obligo a seguir donde estoy, por muy difícil y agónico que resulte.

Sí hay escenas que salen más fácilmente que otras, lo malo es que nunca sabes cuáles van a ser. De repente un giro complicadísimo o una conversación llena de matices se escribe sola, pero un simple paseo del protagonista por las habitaciones de un sótano se te atranca porque no sabes dónde colocar bien las elipsis.

En Megustaescribir los escritores pueden dar visibilidad a sus obras y recibir comentarios y sugerencias de sus primeros lectores. ¿Qué otros pasos recomendarías a quienes quieren abrirse hueco en la literatura?

Por lo que ha sido mi experiencia, encontrar un agente resultó vital. Antes de eso, estuve enviando mi manuscrito a todas partes y apenas recibí respuesta. En cuanto mi agente entró en juego, colocó ese mismo manuscrito en una editorial en apenas un mes.

¿Te resultó muy complicado encontrar agente? ¿Cómo recomendarías a un escritor novel que afrontara la búsqueda?

En realidad, la búsqueda de agente se parece mucho a la búsqueda de editorial, y también los agentes están sobrepasados y cierran sus carteras de autores. O sea que el camino tampoco es fácil. Quizá recomendaría apostar por un agente emergente cuya carrera pueda crecer con la tuya. Solemos aspirar a los agentes de mayor renombre, y no siempre es la mejor opción, porque aunque decidan representarte, les sale más a cuenta invertir sus horas de trabajo en ese otro autor tan conocido al que también representan.

¿Nos cuentas el proceso desde que escribiste El aviso hasta que viste un ejemplar en la librería? ¿Ha sido muy distinto con El brillo de las luciérnagas?

Cuando terminé El aviso me encontré en el mismo punto en el que se encuentra cualquier novel: sin tener ni idea de cómo colocar ese manuscrito en una editorial. Elaboré una carta de presentación de la novela, junto con un par de capítulos, y lo envié a todas las editoriales de las que encontré un contacto. La mayoría contestó negativamente o no contestó, y sólo algunas pidieron leer el manuscrito completo, para después no contestar. Realmente puede ser muy desesperante, porque además te piden tiempos de respuesta de tres a seis meses, que pueden hacerse muy largos. Cuando empecé a sospechar que nunca colocaría El aviso, comencé a escribir la segunda novela para que la decepción no me impidiera más tarde volver a escribir nada. Después de intentarlo con las editoriales, probé a hacer el mismo envío a agentes, y así conseguí que una agente se interesara de verdad por mi novela y decidiera representarla. Ella enseguida logró vender El aviso a RBA.

Con El brillo de las luciérnagas también he tenido que pasar el examen de conseguir una nueva editorial, porque Plaza & Janés siempre fue el sello en el que quería publicar. Lo bueno es que esta vez no perdí tiempo y mi agente realizó las gestiones pertinentes a gran velocidad. La novela gustó en Plaza & Janés, y recibí la buena noticia de que la publicarían poco después de terminar de escribirla.

Por último, la pregunta obligada: con El brillo de las luciérnagas publicada, ¿cuáles son tus nuevos proyectos?

Tengo ya la idea para la que puede ser mi tercera novela, pero como aún me falta encontrar el desenlace y muchos de los puntos intermedios, aún no puedo empezar a escribir. Espero que ocurra pronto.

[Texto extraído de la web www.megustaescribir.com]